miércoles, 4 de mayo de 2016

El «corazón magnético» de una gigantesca estrella muestra cómo era el Sol en su juventud

Las manchas solares detectadas en un astro muy activo situado en la constelación de Andrómeda demuestra que existe un mecanismo estelar de formación de campos magnéticos totalmente nuevo y desconocido

Este mecanismo podría ayudar a entender cómo funcionaba el Sol cuando era más joven y por tanto más activo

El Sol, captado por el SDO. En su interior se forma un campo magnético capaz de influir en el clima de la Tierra - NASA

La vida en nuestro planeta depende del fino equilibrio alcanzado en el Sol, una esfera ardiente en la que caben un millón de Tierras y en cuyo interior se alcanzan temperaturas de 15 millones de grados centígrados. En gran parte, la clave está en el campo magnético solar. Este es el responsable de la aparición de poderosas explosiones que liberan radiación y materia, las fulguraciones, y la fluctuación de los ciclos de actividad, fenómenos ambos que en el pasado pudieron causar extinciones masivas, cuando la Tierra perdió la protección de su propio campo magnético, y que en otras ocasiones han influido en el clima del planeta.
Si el Sol tiene tanta repercusión para la vida en la Tierra, también debería ocurrir algo parecido en las estrellas más lejanas. El problema es que la física solo puede llegar a ellas a través de complejas técnicas, y que aún así todavíano ha podido averiguar cómo funciona el campo magnético de las estrellas más activas: ellas son auténticos torbellinos de radiación que no siguen las mismas reglas que el Sol. Pero este miércoles, un estudio presentado en la revista «Nature», por parte de investigadores del Instituto Niels Bohr, en Dinamarca, ha mostrado, por primera vez, cómo funciona una de estas estrellas. El avance puede transfomar nuestra comprensión de la física de las estrellas.
El campo magnético del Sol produce manchas y la salida de arcos de materia solar- NASA

«Lo más importante de este estudio es que ha podido verificar por primera vez que hay estrellas que tienen una estructuras magnéticas completamente distintas a las del Sol», ha explicado a ABC Heidi Korhonen, astrofísica y coautora del estudio.
Tal como ha dicho, mientras que los procesos solares son en general bien conocidos, aún no se sabe cómo se comportan ni los campos magnéticos ni las entrañas de otras estrellas más activas, ya porque sean diferentes o porque estén en otra etapa de su vida.

Clave para entender cómo envejecerá el Sol

«Lo que estamos viendo es una prueba de que las teorías que explican cómo es el Sol hoy en día no sirven para explicar cómo fue o cómo será en el futuro», ha añadido Korhonen. Según ha dicho, en un campo que se está desarrollando muy rápidamente, en cuestión de pocos años también habrá que tratar de «adaptar las teorías para explicar cómo funcionan otras estrellas».
Los científicos saben que en el interior de la enorme esfera solar hay partículas cargadas eléctricamente que están girando, y que tienen la capacidad de crear un campo magnético que sale al exterior y que forma enormes manchas solares: estas son como unos parches, (en los que pueden caber con holgura varias Tierras), que están más fríos que las zonas de alrededor. Normalmente, estos parches suelen aparecer en las cercanías del ecuador solar, tanto en el hemisferio Norte como en el Sur.
Las manchas solares están más frías que los alrededores, y suelen aparecer en torno al ecuador- NASA

Pero en la estrella Zeta Andrómeda, un astro con un diámetro 16 veces mayor al solar y situado a 180 años luz, en la constelación de Andrómeda, no ocurre lo mismo. «Esta estrella tiene una gran mancha solar en el polo Norte. No podemos ver el polo Sur, pero podemos ver manchas en latitudes cercanas a los polos, y saber que aparecen alternativamente en cada hemisferio», ha descrito la investigadora.
Lo importante de esto, es que el funcionamiento del Sol no es compatible con este extraño comportamiento: «Esta asimetría de las manchas indican que el campo magnético de la estrella se ha desarrollado de una forma distinta a como ha ocurrido en el Sol», según Korhonen. «Esto comienza a transformar nuestra vision de la físca estelar. Mostramos pruebas que explican como funcionan los campos magnéticos de estrellas en un estado de evolución distitno al del Sol».

Un campo magnético gordiano

Según Héctor Socas, un especialista en física solar en el Instituto de Astrofísica de Canarias, este es un estudio muy importante: «Estamos viendo una dinamo estelar muy diferente a la del Sol. Zeta Andrómeda es una estrella binaria (eso quiere decir que está formada por dos "estrellas" compañeras), que rota mucho más rápido que el Sol. La rotación y las fuerzas de marea que se generarán ahí darán lugar a un campo magnético muy complicado que quizás conecte ambas estrellas», ha enumerado.
Zeta Andrómeda, con una gigantesca mancha solar en el Polo Norte- Roettenbacher et al.

Así, mientras que el Sol es una estrella relativamente tranquila, esta binaria de Andrómeda podría estar perdiendo su forma esférica a causa de los efectos gravitatorios y siendo deformada también por intensísimos campos magnéticos formados gracias a la rápida rotación.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores han usado el «Chara Array», un conjunto de seis telescopios capaces de observar el Universo en la luz visible y próxima al infrarrojo. Las imágenes obtenidas, con más detalles y más alta resolución, han permitido encontrar un nuevo patrón de manchas, y abrir nuevas puertas en el conocimiento de la física de las estrellas: las factorías de materia en el Universo que rigen la vida de los planetas.


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